sábado, 3 de febrero de 2007

Una bufanda muy soñada

En cuanto lo vi en ese anaquel de «OK» —en aquel entonces la única tienda de supermercado en San Petersburgo, Rusia— me enamoré de él. Azul plúmbago matizado, textura super suave, hecho en Finlandia, justo para una bufanda hermosa que yo misma tejería y luciría muy pronto. En aquella oportunidad me llevé dos madejas, no fuera a ser que a media bufanda se me acabara el estambre, y ni modo que fuera a volar a San Petersburgo solo a conseguir más. Ese fue el principio del sueño.


















La realidad es que el estambre se quedó guardado en la casa de Alicante por meses y meses, que hasta hace un mes se convirtieron en tres años. Como saben quienes me conocen, no soy tan afecta a tejer y cuando lo hago, tejo tan apretado que la cosa termina pareciendo un tapete. En fin, acá conocí a una amable compañera de oficina que es un primor tejiendo cosas, y ella dijo que podría orientarme sobre como tejer mi soñada bufanda. Me prestó las agujas adecuadas y yo me traje el estambre desde México en el último viaje.

Oficialmente iniciaríamos el tejido los últimos días de la semana pasada, justo cuando mi mamá arribó a Spring. Yo estaba entusiasmada con la idea de crear mi propia bufanda, pero mi entusiasmo no fue tan rápido como las manos de mi progenitora, que tomaron las agujas y teje que teje, en menos de siete días produjeron el milagro, la realización del sueño: mi nueva bufanda.


















Acá sigue haciendo frío, de modo que aún viene bien para salir por la mañana a la oficina, o incluso, a la salida del trabajo. «Por angas o por mangas», yo la vengo usando desde hace tres días. ¡Simplemente me encantó y no quiero soltarla!
Y no la suelto porque me dejó un pedacito de mi mamá para disfrutarlo y tenerlo conmigo. Ella se fue hoy de regreso a casa. Ya incluso hablamos por Skype sobre su viaje, el vuelo demorado, las turbulencias y todo ello. Pero yo tengo mi bufanda acá, enrollada en el cuello, y su suave textura es como un abrazo de ella.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow, creo que todos deberìamos de tener una bufanda especial, ese link màgico con algun ser querido. Recuerdo un artìculo del selecciones del Reader`s Digest, que se titulaba, UN REGALO MUY ESPCIAL, donde mama e hija se mandaban un sweter especial que ambas en algun tiempo usaron, la mama lo enviava a la hija escondido en una làmpara, y la hija, despues de varios dìas lo descubrìa y lo regresaba a su mama atras de un cuadro....y asì....

Disfruta tu bufanda......y dale mis saludos a tu mami, jejeje.
pd.- Guardemos un minuto de silencia por Daniel. ABRAHAM OCAMPO

Anónimo dijo...

Que interesante que una mujer tan ocupada como tu tenga la habilidad y el tiempo de escribir y publicar su sentir en un blog...esto ya te convierte en una mujer virtuosa...
Salu2 desde Chile
PABLO SIERRA