domingo, 29 de abril de 2007

Oda a los cacahuates japoneses

Después de literalmente semanas de trabajo extremo y estrés para dar y repartir, me siento en este escritorio para vertir algunos pensamientos.

Para los que habitamos del otro lado del Río Bravo, hay objetos (normalmente del tipo comestible) que desencadenan recuerdos y así, en un tris, nos remontan a nuestra niñez y nuestro terruño. En mi caso, hace unas semanas, sucedió con una bolsa de cacahuates* japoneses Maffer que alguien tenía en la alacena.


>>Por cuestiones que no voy a discutir aquí, tuvimos que vaciar el sitio y yo tuve a bien sacar la bolsita de papel brillante y abrirla... para comenzar a deglutir su apetecible contenido. ¡No saben! Cada bolita me regresó a mi infancia y adolescencia. Aparte, tengo la teoría de que son adictivos, sean de Maffer, Sabritas, Nippon o cualquier marca... Yo recuerdo haber estado formada para subir al micro afuera del Metro Cuatro Caminos... y no faltaba una señora de claros rasgos indígenas y que vendía los «¡pistaches a miiiil, a miiil los pistaches!» y entre los otros productos que ofrecía, claro, estaban los mentados cacahuates (¡Chanclas, con eso estoy delatando mi edad más o menos, porque eso fue antes de que le quitaran los tres ceros al peso!). En fin, recuerdo haber comprado cacahuates japoneses de «a siete peso», o algo así (eso ya es dNP, después del Nuevo Peso) y haberme dicho a mí misma que no me comería toda la bolsita, sino que comería unos pocos, y guardaría el resto para mejores tiempos... Los que han probado estas delicias saben que eso es virtualmente imposible. Uno simplemente no puede parar hasta terminar con el último, y luego,
voltear la bolsita y empinársela hasta que caen en la boca los restos de corteza de harina y soya.

¿Soya? ¡Pues claro! ¿De qué creen que están bañados para que adquieran ese color doradito? ¿Además, de qué otro lado iba a venir el adjetivo «japoneses»? Al igual que las enchiladas «suizas» no tienen nada de europeas , y las tortas «cubanas» no tienen nada de caribeñas, los cacahuates japoneses no tienen nada de orientales (a menos que los manufacturen y empaquen en el oriente de la ciudad, pero podría ser en el sur, o a menos que sí tengan alguna oscura raíz nipona).

Para quienes desconocen esta delicatessen popular mexicana, se trata de maníes o cacahuetes cubiertos por una degada corteza de harina de trigo y bañados en salsa de soya, tostados o algo así. Encontré una vez, de hecho, la página web de una empresa que se dedica a vender todo estilo de cacahuate (hoy ya no existe el sitio web), incluso uno llamado «holandés» que es casi como el «japonés» pero enchilado... (¿y ese por qué holandés, pregunto?). (26 ago. 08: Aparentemente, la página desapareció y el link lleva a un banco de imágenes gratuitas... no me pregunten por qué)

Regresando a los japoneses, yo los he llevado conmigo hasta Noruega, junto con una caja de mazapanes Cerezo, que mi amiga Rigmor comía con fruición, y al igual que yo, ella se transportaba en el tiempo y la distancia. La recuerdo con su español de ligero acento extranjero —¡y bastante acento del DF!—, con los ojos cerrados e hincándole el diente al mazapán: «¡MMMMHHH! Estoy... afuera del metro Chapultepec... "¡A peso, a peso, a peeessssssssssoooooooo!"». De Oslo, Noruega, al DF en 2 segundos... Ni hablar... el cacahuate tiene un poder transportador que ninguna potencia ha estudiado a la fecha. Tal vez, si los mexicanos nos pusiéramos las pilas, podríamos desarrollar una industria de ello.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOla Pippi!!!

Te quedó muy bien la Oda a los cacahuates japoneses:D Jeje tenés razón, no podés comer solo uno. Es imposibleee. En lo particular, mis cacahuates favoritos son unos que acaban de salir recientemente, se llaman "Cacahuates toreados" Mmmmh saladitos, picositos. Son deliciosos.

¡Aguanten los Cacahuates!


Bendiciones Saraí!!!

:D

Anónimo dijo...

Cierto, yo hace siglos que no me comía unos Bimbuñuelos y de pronto se me antojaron el otro dia... y me fui y me compré unos... Pero una enorme queja!!!! Son mas chiquitos que los de antes y traen menos, buaaaaaaaa!

Weno saludos Pippi.

Mussio