martes, 13 de febrero de 2007

¿San Valentón?

Ya vienen siendo semanas que las tiendas nos torturan con su color rojo por todos lados. Globos rojos, chocolates rojos, ositos de peluche rojos, corazones por aquí, corazones por allá, tarjetas, bolsitas de regalo, ropa alusiva, pijamas con cupidos, qué sé yo... el cielo de los consumistas.

Mi razonamiento hoy va más bien por ahí de si necesitamos en realidad a San Valentín. ¿Necesitamos esa figura para ponerle realmente combustible a las relaciones hombre-mujer?


>>Hace poco menos de un año con unas amigas del chat, iniciamos una campaña llamada «Nosotras necesitamos...». Se trataba de siete días en que estaríamos utilizando las siguientes consignas como nickname en nuestro MSN:

  • Día 1: «Nosotras necesitamos hombres de integridad»
  • Día 2: «Nosotras necesitamos hombres valientes»
  • Día 3: «Nosotras necesitamos hombres santos»
  • Día 4: «Nosotras necesitamos hombres de fe»
  • Día 5: «Nosotras necesitamos hombres que cumplan su palabra»
  • Día 6: «Nosotras necesitamos hombres que amen a Dios»
  • Día 7: «Nosotras necesitamos a hombres que se amen a sí mismos»

No saben las reacciones que eso provocó, sobre todo, entre la comunidad masculina. Algunos se burlaban, otros preguntaban en qué planeta vivíamos, otros se sentían ofendidos (como si automáticamente al leer la consigna, les estuviésemos diciendo que ellos carecían de todo eso). Hasta donde estamos de complejos, ¿eh?

La verdad detrás de esas consignas es que creemos que los hombres pueden vivir desarrollando esas características. Lo que falta, me parece, es que ellos —o algunos de ellos—lo crean.

Creo que nuestra campaña habla por el corazón femenino, por el anhelo de encontrar en los varones de nuestra vida (hermanos, padres, amigos, novios, esposos) esas actitudes y decisiones que nos hacen sentir seguras en su compañía.

No sé cuáles serían las siete consignas de los hombres hacia las mujeres, y estaría bueno que los lectores opinaran ingresando su comentarios, pero sé que nosotras, más que un santo de un día al año que el comercio se concentra en resaltar, necesitamos hombres que desarrollen carácter los 365 días del año.

En pocas palabras: No queremos a San Valentón, alguien que se jacta de ser lo que no es. Queremos ver lo que son mediante sus hechos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Wow, Pippina!!!

Me encanta el artículo, ¡qué pena no haberlo leído antes! pero sí, ese tipo de hombres es lo que cada hija de Dios espera, ¿no?
Muy original eso de las consignas por el chat, ¡me hubiera gustado prenderme en ellas! ¡De una! jejeje.

Dios te bendiga mucho, amiga.