domingo, 21 de enero de 2007

Feliz cumpleaños a mí

No sé si sea el caso de todos, pero tengo la sospecha de que cualquiera espera con cierta anticipación, a la llegada de su cumpleaños, algunas muestras de afecto y cariño, sean de parte de amigos, familiares, o, como decía mi amiga Alicia Cid, de sus «amistades», grupo en el que arrojaba a todos aquellos con quienes tenía que tratar, pero que no cabían en el de «amigos» propiamente dichos.

No soy asceta. Me gustan las felicitaciones, los regalos, el festejo, las tarjetas, el pastel (de chocolate, de ser posible) y últimamente, prolongar la celebración una semana, en una divertida serie de mini celebraciones con cuanta gente proponga u organice. Sin embargo, no me había pasado eso de recibir una felicitación por e-Mail, con un link (vínculo, para los puristas) a una tarjeta electrónica que decía: «Que se cumplan todos tus deseos», con musiquita y todo... siete días antes de la fecha.

Es gracioso. Pueden reírse. Yo me río también. Pero a la vez, queda una sensación incómoda. ¿En realidad les importa o solo es una cuestión de relaciones públicas? (La tarjeta vino de la empresa para la que trabajo). El dato pasó por cuanto escritorio exista en la empresa, porque cada semana nos recuerdan los eventos, aniversarios, cumpleaños, en una larga lista de nombres y fechas. Mi nombre estaba mal. La fecha estaba mal. Será por lo que dijo Elisabeth de Isáis una vez en un curso de periodismo sobre «la palabra más importante del idioma español» —tu propio nombre—, o será por que detesto que escriban mal mi nombre, pero sentí feo. Me hizo gracia lo de la fecha anticipada, eso sí. Tal vez mañana reciba algún regalo, y eso inicie oficialmente mi semana de festejos... que deberé llamar pre-festejos, porque, si Dios me da licencia, estaré celebrando mi cumpleaños la próxima semana y seguiré hasta que se pueda.

Mientras tanto, para no propinar más golpes a mi orgullo, sugiero a los lectores del blog reservarse las fiestas para el próximo sábado (pretendo comenzar a festejar un día antes). Y mi nombre es Sarai. Me encantan los cariños, pero no cuando la gente piensa que el hipocorístico es mi nombre. Llámenlo mi neurosis estrictamentente personal, pero me llamo Sarai. Pippi también viene bien.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no supe que mala onda pero felicidades

Pippi dijo...

My dear Gaby,

Mi cumpleaños todavía no llega. Faltan seis días :D Todavía tienes oportunidad, jajaja.

Anónimo dijo...

Bueno pippi eres una mujer espectacular que siempre va adelante y nunk se rinde. Espero que te este llendo bien en todo y q nunk tropieces y quedes en el suelo. Bueno pippi que Dios te re benmdiga y mucha suert!!ç

NAhu!